nunca ha sentido usted, esas ganas, esa necesidad en las manos de apretar un cuello tan fuerte como para dejar huella, como para alejar el olvido y enterrar una historia
nunca ha sentido usted esas ganas, esa necesidad de sacudir un cuerpo por los hombros tan rápido como para hacerlo volver, como para intentar cambiar y comenzar de nuevo
nunca ha sentido usted esas ganas, esa necesidad de arrancar un corazón tan sucio como para quitarle lo podrido y devolverle la vida, como para amar
nunca ha sentido usted esas ganas, esa necesidad de ver un rostro tan enterrado treinta metros bajo tierra, como para no llorar o llorar por algo
nunca ha sentido usted, usted no siente.nunca ha sentido usted esto que siento.
no siento ganas de verlo morir, de escuchar a las hormigas jugando con gusanos mientras destruyen su carne
no siento ganas de llorar en su velorio, entre cientos de viudas, de palabras que deja
nunca lo ha sentido usted.usted no siente.siento que aún lo quiero.
siento no dejar que muera, podría doler igual que estas noches en vela, que estas frases inútiles de sus cuentos, de mi espera
siento el vibrar de mi cuerpo cuando se acerca, carne y hueso o fantasma o alma en pena
tan vació. no hay muerte que visite sus anhelos. nunca ha sentido usted. usted no siente.
