miércoles, 22 de junio de 2011

Padre Tiempo

conservé mi mano pequeña, para que el día en que llegaras la cubrieras completa con la tuya, conservé mi sonrisa tranquila para no perder la oportunidad de compartir con vos cientos de carcajadas, conservé mi cabello largo con la ilusión de que cayera como catarata sobre tu hombro, conservé mi deseo intacto para dejarlo escapar en noches traviesas entre tus brazos, y finalmente conservé mi corazón herido para que lo repararas con tu cariño...
conservé, conservo, conservaré. nunca aprendí bien a con.jugar con tu tiempo.
tú tiempo?, mi tiempo?... no, él no es de nadie o quizás es de todos como el viento
y es que acaso sabes cuantos años tiene el tiempo?
te diré, los tiene todos, es más viejo y mucho más sabio, que vos, que yo, que el cielo, que el infierno
y no soy yo la que conserva todo aquello, y no sos vos para quien se reserva
todo es ahora de él, todo le pertenece... cielo e infierno, vos, el corazón herido, la mano vacía, la sonrisa retraída... y yo, yo solo soy una hija más del tiempo

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