sábado, 5 de noviembre de 2011

Heladiva

Pensaba...

(Podríamos montar elefantes y meditar todas las tardes, aprenderíamos Singalés para decirnos mama oyata adarei mil y una vez. Pasaríamos todo el día caminando en Kandy o visitando los cultivos de especias, podrías entonces, reconocer de donde proviene tu boca y el aroma dulce que desprenden nuestros cuerpos cada vez que se rozan.
Vamos! viajemos solo vos y yo a la lagrima de la India, para dejar todo atrás, para no escondernos más, dejemos que nos envuelva el Budismo, las largas historias de guerras en verdes montañas, descubrámonos el uno al otro mientras conquistamos las mágicas playas... juguemos en las noches, a encontrarnos sin buscarnos en medio de ajenas sábanas, nos besaríamos sin remordimiento,la pasión iría al fin más allá de las palabras, juntos, lucharíamos nuestras propias batallas.
Y si pensamos que el viaje ha terminado, en la isla de los mil nombres, nos sentaremos bajo un Bodhi a recordar de lo que nos hemos alejado: el lugar donde no pudimos ser, las distracciones que no nos permitieron crecer; nos quedaremos entonces gustosos, en ese mundo al revés donde no es sí, donde vos y yo seremos nosotros, donde se encuentra el árbol más antiguo del planeta y la flor nacional es del color de la sensibilidad a la belleza, de los grandes ideales, de la espiritualidad y la pureza.)

...y si nos escapamos a Sri Lanka?

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